domingo, 30 de noviembre de 2008

El caldo de la vida. Por Daniel Villanueva 1ºB

Aleksandr Ivánovich Oparín, graduado en la universidad de Moscú, y miembro de la academia rusa de las Ciencias, era biólogo y químico, con conocimientos de geología, astronomía, biología y bioquímica.
Oparín, que era un gran científico, tras ser rechazadas teorías como la generación espontanea, empezó a desarrollar otra teoría que intentaba responder a la pregunta de: “si un ser es generado de otro ser prodecente ¿Cómo surgió el primer ser?”
A pesar de que no existía tanta facilidad para acceder a la información como en la actualidad, debido al gran conocimiento que tenía Oparín sabía que:
La atmósfera del Sol, de Júpiter y de otros cuerpos celestes tienen gases como Metano, Hidrógeno y Amoniaco. Estos gases tienen Carbono, Hidrógeno y Nitrógeno, pero faltaba oxígeno, y pensó en el agua.
Supo explicar la presencia de agua en la tierra primitiva porque los 30km de espesor medio de la corteza terrestre constituidos de roca magmática significan sin lugar a dudas que había una gran actividad volcánica en la Tierra. Probablemente la actividad volcánica prolongada durante millones de años, basándonos en la hipótesis de que en la antigüedad, como ahora, se expulsaba un 10% de vapor de agua en las erupciones, llevó a una saturación de vapor de agua en la atmósfera.
Las altas temperaturas del planeta, la actuación de los rayos ultravioleta y las descargas eléctricas de la atmósfera, podrían haber reaccionado químicamente entre los elemenos anteriores para crear aminoácidos. Se dieron las primeras lluvias y estas arrastraron las moléculas de dichos aminoácidos que estaban en el suelo. Con la alta temperatura el agua se evaporaría para caer de nuevo y constituir el ciclo pluvial.
Oparín supuso que los aminoácidos no volvían con el vapor de agua sino que se quedaban en las rocas calientes y también que “estas moléculas se podían combinar mediante enlances peptídicos con la ayuda de calor para crear moléculas mayores de sustancias albuminoides (las primeras proteinas).”
Debido a las continuas lluvias se crearon los primeros mares, donde fueron arrastradas las proteinas y aminoácidos de las rocas. Las moléculas se combinaban y se rompían para combinarse de nuevo de otra forma diferente. Así se crearon nuevas proteinas, que disuletas en el agua formaban coloides, y estos, a su vez, coacervados (“agregado de moléculas mantenidas unidas por fuerzas electroestáticas”) ``Oparín llamó coacervados a los protobiones (“glóbulo estable propenso a la autosíntesis si se agita en suspensión de proteinas, polisacáridos y ácidos nucleicos”).
Cuando ya había moléculas de nucleoproteinas, los coacervados pasaron a envolverlas. Ya solo faltaba que las moléculas de proteínas y de lípidos se organizasen en la preriferia de cada gotícula, formando una membrana lipoproteica. Estas eran ya las formas de vida más primitivas.
Con esto se abrió un camino a nuevas formas de vida. Y en esta linea de evolución aumenta la velocidad de crecimiento, la lucha por la vida y la selección natural hasta llegar a los seres vivos actuales.
Aplicación de Miller y Urey a su teoría:
En 1953, Stanley L. Miller, estudiante de la universidad de Chicago quiso demostrar la hipótesis de Oparín, y para eso contó no solo con la autorización, sino con la ayuda de su director, que al principio pensaba que los resultados no serían concluyentes.
El experimento consistió en somenter una mezcla de metano, amotiaco, hidrógeno y agua en ebullición, someterlo a descargas eléctricas de 60.000 voltios en otro recipiente y condensarlo posteriormente. El restultado de este experimento fue la creación de unas moléculas orgánicas, ácido acético, ADP-Glucosa, y los aminoácidos Glicina, Alanina, Ácido glutámico y ácido aspártico, usados por las células para sintetizar sus proteinas, y un carbohidrato.
Este experimento llevó a otros investigadores a hacer otros, variando el tipo y las cantidades de las sustancias para producir componentes de los ácidos nucleicos y ATP(adenosín trifosfato); a partir de este experimento también se creó una nueva rama de la biología, la Exoviología (basado en astrofísica, biología y geología, sirve para estudiar el origen); desde entonces, los nuevos conocimientos sobre el ADN y el ARN, el descubrimiento de condiciones prebióticas en otros planetas y el anuncio de posibles fósiles bacterianos encontrados en meteoritos provenientes de Marte, han renovado la cuestión del origen de la vida.

1 comentario:

Javier Train dijo...

Hola Daniel, buen trabajo sobre las condiciones primigenias del origen de la vida, aunque con algunas faltas de ortografía...