sábado, 29 de noviembre de 2008

ATAPUERCA. Jaione Irurita. B 1ºB


A 14 kilómetros de Burgos, en la sierra de Atapuerca, se encuentran los yacimientos que forman probablemente el conjunto de restos humanos más importantes del mundo, y aunque hace veinte años que empezaron las excavaciones, su magnitud e importancia ha hecho que los trabajos estén muy lejos de ser completados.

La importancia de Atapuerca se explica sobre todo por dos yacimientos:
1. la Gran Dolina

2. la Sima de los Huesos


En el yacimiento llamado la Gran Dolina se han encontrado restos de ocupación humana de diferentes épocas. El nivel inferior, y por tanto el más antiguo, presenta restos de una especie de humano desconocido hasta ahora, que sus descubridores le han puesto el nombre de Homo Antecesor. La importancia de esta especie reside en que es la más antigua encontrada en Europa, es decir, que nos encontramos con los homínidos más antiguos del continente que además parecen haber sido el último antepasado común entre el hombre Neanderthal y los humanos modernos. Se ha llegado a la conclusión de que las líneas que conducen a los Neanderthales y los hombres modernos se separaron hace mucho tiempo, entre 650.000 y 800.000 años, y que con el paso del tiempo, cada una de las especies se produjo una convergencia a la adaptación al medio.

Diversos estudios han determinado que el yacimiento la Gran Dolina, consta de once niveles de restos situados cronológicamente entre el prehistórico medio (600.000 y 200.000 años) y el prehistórico inferior (más antiguos, de 780.000 años).

Tras varios años de excavación en los niveles más superficiales de la Gran Dolina, se recurrió a máquinas excavadoras para levantar las rocas de una parte del techo de la Gran Dolina. Gracias a esto, quedaron al descubierto unos cien metros cuadrados de las capas sedimentarias más superficiales del yacimiento.

En 1994, se encontraron los primeros restos fósiles, que demostraron la presencia de homínidos en Europa.

Muy cerca a la pared vertical se encontró un pequeño trozo de hueso que rápidamente fue identificado como un diente, pero lo sorprendente fue que se comprobó que tenía una raiz muy gruesa, lo que hizo intuir, tambien debido a su reducido tamaño, que nos encontrábamos con un diente humano. Tambien se encontraron otros restos como fragmentos de mandíbula, un fragmento de cráneo que corresponde a la frente de un niño, restos de huesos de manos y pies, vértebras...


Al principio, los restos encontrados en la Gran Dolina no podían encajar dentro de ninguna de las especies humanas conocidas hasta entonces. Curiósamente estos restos combinaban rasgos muy modernos, principalmente en la cara, con otros más primitivos.

Los antropólogos de Atapuerca llegaron a la conclusión de que los restos que encontraron, no representaban el inicio de la rama homínida europea, sino que eran el último antepasado común entre los Neanderthales y la humanidad moderna. A partir de estas conclusiones, los estudios llamaron a este nuevo antepasado Homo Antecesor, nombre que proviene de la palabra latina antecessor, que servía para denominar a los exploradores de las legiones romanas.

Esta especie se caracteriza por tener unos rasgos enormemente antiguos en los dientes y un cráneo que se corresponde con una cara muy moderna, más moderna que la de su antepasado, el Homo Ergaster.

Una de las conclusiones que más llama la atención es sobre los restos encontrados en el nivel inferior. Es la afirmación de que los humanos de esta época eran caníbales. Los antropólogos y arqueólogos han basado esta afirmación en varios hechos.
1. el lugar donde se han hallado los restos que han llevado a esta conclusión, debió de haber sido en la boca de una cueva, lugar donde se depositaban restos de comida, tanto en el caso de los animales carnívoros como en el de los humanos, aprovechando la tranquilidad y la sombra.

2. alrededor de estos restos humanos se han encontrado muchos restos de herramientas o esquirlas. La prueba definitiva han sido las marcas de filos de piedras en los huesos.


La Sima del Elefante, tiene este nombre porque en el 2001 aparecieron unos fósiles que fueron atribuidos iniciálmente a elefantes, aunque después demostraron que pertenecían a rinocerontes. Hace más de un millón de años este yacimiento situado en la trinchera del ferrocarril, se abrió al exterior. Tiene 15 metros de espesor, que comenzaron a excavarse en 1996 en sus niveles inferiores. La Sima del Elefante nos proporciona muchos restos de fauna, como: rinocerontes, osos, lobos...
En el 2001 aparecen restos de elefantes, caballos, bisontes... y lo más sorprendente, los primeros vestigios de fuego intencionado, que hasta ahora no se había hallado en la Sierra.


En el museo de Burgos, la seccion de arqueología y prehistoria se ha enriquecido gracias a las excavaciones de Atapuerca. La importancia de estas investigaciones, suponen el reconocimiento de que los restos encontrados en la Gran Dolina son los más antiguos. Ha hecho que el discurso museológico haya cambiado en los últimos tiempos y que la estrella actual de la colección sea la sección monográfica dedicada a Atapuerca bajo el título: Atapuerca, un millón de años.

2 comentarios:

Ayerrik dijo...

Atapuerta, Atapuertca, lo siento pero no me interesa el tema.
Gracias por escucharme.

Javier Train dijo...

Hola Jaione, excelente trabajo sobre Atapuerca y con una redacción muy cuidada.

Un saludo