miércoles, 12 de noviembre de 2008

LA EVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD.Lorea Moreno BACH 1º A

HISTORIA

Para los paleontólogos, el inicio de la historia de la humanidad comenzó con la aparición de los primates hace aproximadamente 65 millones de años. Los primeros fueron seres que comenzaron a vivir en árboles en vez de permanecer en el suelo, posiblemente, buscando protegerse de sus depredadores. Durante su desarrollo, estos primates consiguieron tener una buena visión, manos con las que poder sujetar objetos y un cerebro más o menos grande.

Más tarde, aparecieron los primeros homínidos, eran un grupo de primates no arborícolas cuyo origen se sitúa en África. Su aparición parece coincidir con una fase de enfriamiento y aridez que provocó la retirada de los bosques tropicales y la aparición de formaciones arboladas claras y sabanas. Uno de los principales homínidos fue el Australopithecus, más tarde, dio lugar al Homo habilis, el primer espécimen del género Homo, al que pertenecemos los seres humanos; poseían un cerebro más grande y complejo con capacidades intelectivas. El cañón de Olduvai, en Tanzania, es uno de los lugares donde se han encontrado los fósiles más antiguos que nos aportan datos sobre la evolución del ser humano. Hasta hoy se le considera como la cuna de la humanidad.

Los límites que marcan el comienzo y el final de los distintos homínidos no son exactos, se calcula que aparecieron hace al menos siete millones de años. Los científicos distinguen varias clases de homínidos. Todos ellos comparten algunas características básicas:

- Se mantienen erguidos y caminan sobre dos pies.
- Tienen un cerebro más grande que el del mono.
- Su paladar tiene forma de U, con un arco dentario redondeado y dientes pequeños; los colmillos, pierden la función de defensa y ataque.
- Las manos poseen un dedo pulgar que les permite manipular objetos.

AUSTRALOPITHECUS

Es el homínido más antiguo que se conoce, su aspecto era simiesco; medía más de un metro de estatura y pesaba alrededor de 40 Kg, sus caderas, piernas y pies se parecían a las de un ser humano. Su cerebro era similar al de los simios, tenía la mandíbula grande y la frente hundida, caminaba erguido y podía correr. Poseía brazos largos, acabados en manos y se cree que era carnívoro. La especie más famosa es la Australopithecus afarensis, gracias al descubrimiento en Hadar, Etiopía, de los restos de “Lucy” una mujer con una edad aproximada de 3,2 millones de años.

HOMO HABILIS

Es el primer Homo del que se han encontrado restos. Su cráneo era mayor que el de los Australopithecus, su altura alcanzaba 1,50 m; era robusto, ágil, caminaba erguido y tenía desarrollada la capacidad prensil de sus manos, lo que le permitía manipular diferentes objetos. Sus dientes eran parecidos a los nuestros y estaban adaptados a la trituración. Con el tiempo, empezó a perder el pelo corporal.
Se protegía en cuevas. Vivía de recolectar semillas, raíces, frutos y ocasionalmente comía carne. Fabricó las primeras herramientas, eran cantos rodados y piedras talladas por una cara. Utilizó estas herramientas para cortar y triturar plantas y para fracturar huesos y extraer el tuétano de ellos. Los primeros restos del Homo habilis se encontraron en Tanzania, África.

HOMO ERGASTER

Su cráneo, era más grande y ancho que el de los Homo habilis, tenía un arco supraorbitario muy desarrollado y dientes pequeños. Su estatura era similar a la del hombre actual, aunque, era más robusto y fuerte. Las proporciones entre piernas y brazos eran también parecidas a las que ahora poseemos. Su alimentación estaba basada en carne, grasas animales y alimentos blandos.

Era muy hábil, fabricó herramientas talladas por las dos caras llamadas bifaces, como hachas de mano y picos. Fue el primer humano que abandonó África, hace aproximadamente 1,9 millones de años y se adaptó a otro tipo de vida en Asia. Realizó a pie grandes migraciones y fue capaz de construir balsas de madera con las que atravesó el mar que separa Indonesia de la isla de Flores. Los primeros fósiles se encontraron a orillas del lago Turkana y en la garganta de Olduvay.



HOMO ERECTUS

Surgió hace un millón de años. Su cráneo era alargado y tenía las paredes más gruesas que el nuestro, la frente era baja y oblicua con los bordes que rodean los ojos muy marcados. Su cara era prominente, con mandíbulas fuertes y apenas tenía mentón; era alto, delgado, se movía rápidamente y el pulgar de su mano estaba más separado.

Además de fabricar instrumentos de piedra, dejó los primeros restos de viviendas, de objetos tallados en madera y la primera lanza. Su mayor avance fue el manejo del fuego, se sirvió de él para calentarse y para asar alimentos. Con el fuego, aparecieron los primeros campamentos al aire libre o en cuevas. Vivía de la caza, del carroñeo y de la recolección de plantas gramíneas y vegetales. Permanecía en grupos reducidos de 20 o 30 personas y era nómada. El ejemplar más antiguo tiene un millón de años y se encontró en la isla de Java, Indonesia.

HOMO ANTECESOR

Fue el primer poblador de Europa, se cree que era originario de África pero emigró a zonas asiáticas y europeas. Su aspecto es parecido al nuestro, con una mandíbula poco especializada, era alto, robusto, musculoso y corpulento; tenía la frente echada hacia atrás, con cejas anchas y no tenía barbilla.

Se dedicaba a la recolección de vegetales y a la caza menor, practicaba el canibalismo. Para trabajar utilizaba piedras cortantes y lanzas, vivía en grupos. Se han encontrado restos de este homínido en la sierra de Atapuerca, Burgos.

EL HOMBRE DE NEANDERTAL

Apareció en Europa hace 300.000 años. Tenía una altura de 1,65 m y la musculatura muy desarrollada. Su cráneo es todavía primitivo pero su cerebro era moderno, su frente estaba inclinada hacia atrás, su mentón y sus dientes eran parecidos a los nuestros. La estructura ósea de su columna vertebral, la pelvis, las piernas y los pies eran idénticos a los nuestros.

Vivió la última glaciación y se adaptó a ella construyendo hogares excavados en el suelo o en cavernas, y manteniendo hogueras en ellos. Era cazador y se especializó en atrapar grandes mamíferos. Se cubría con pieles y enterraba a sus muertos. El primer cráneo, se encontró en el valle de Neander, Alemania.

HOMO SAPIENS

Es la especie a la cual pertenecemos los seres humanos modernos, sus características físicas son las mismas que el hombre actual. Los rasgos que lo distinguen son una forma de andar erguida y bípeda, un cerebro grande y complejo, vocalización que ha permitido el desarrollo del lenguaje, una infancia larga que le ha permitido un gran aprendizaje y su capacidad para usar y fabricar instrumentos muy diversos.

Apareció en África hace 160.000 años, desde allí colonizó el resto del planeta. Protagonizó cambios muy importantes en la organización social, como las primeras formas de agricultura, domesticación de animales y vida en los poblados. Con él encontramos por primera vez indicios de actividad artística como las pinturas encontradas en las cuevas de Altamira.

Desde la aparición de estos primeros humanos y hasta nuestros días, la evolución y el avance de la humanidad ha sido lento pero constante. A partir de la revolución industrial, el ser humano ha conseguido grandes avances tecnológicos que le han permitido desarrollar maquinarias e infraestructuras jamás imaginadas en la antigüedad. ¿Hasta dónde podrá llegar el avance de la humanidad?

1 comentario:

Javier Train dijo...

Hola Lorea, muy buen trabajo el tuyo.

¡Enhorabuena por la publicación!