Un móvil que se dobla y se convierte en reloj o una tableta tan elástica
como la goma. Así serán los aparatos del futuro gracias a los nuevos
materiales que se cuecen en laboratorios. Según los investigadores, el
grafeno, el siliceno (derivados del grafito y el silicio), los polímeros
conductores o determinados óxidos de metales revolucionarán la
electrónica de consumo, al permitir construir baterías flexibles,
procesadores más rápidos y pantallas transparentes más finas que el
papel. El belga Jan Genoe apuesta por ello. "En unos años podremos
incluir microprocesadores de plástico y pantallas hasta en paquetes de
galletas. Cogerás una, apretarás un botón en la caja y sabrás sus
ingredientes y calorías", asegura. Genoe ha dirigido el equipo del
instituto Imec de nanoelectrónica de Lovaina (Bélgica) que acaba de
producir el primer microprocesador de plástico del mundo.
Tiene una pega: es 1.000 veces más lento que un chip de silicio, el
material que hoy alimenta las tripas de casi cualquier aparato. Pero
compensa con dos grandes ventajas: "Se puede enrollar, es flexible y muy
barato", dice Genoe, quien cree que determinados polímeros orgánicos
servirán para diseñar tabletas plegables en cinco años. "Si a una
pantalla flexible de este material se le añade en una esquina un chip de
silicio de tres milímetros cuadrados, el problema de computación está
solucionado".
Trabajo realizado por Sergi Falces.
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1 comentario:
No sé muy bien de quién es este trabajo y, por cierto, una pregunta, ¿el artículo lo has copiado de algún sitio?
Si es así, debes poner la fuente del mismo y un enlace para poder ampliar la noticia. Si no, sería un fraude y apropiación de algo que no es tuyo.
Ya nos contarás.
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