El asma es una enfermedad del sistema respiratorio que se caracteriza por la inflamación de los bronquios, sensación de falta de aire, pitidos en el pecho al respirar, tos y sensación de presión en el pecho. En el momento de una crisis el flujo respiratorio disminuye, pero puede mejorar bastante con el uso de broncodilatadores; los broncodilatadores son sustancias médicas que hacen que los bronquios y bronquiolos se dilaten para facilitar el flujo de aire. El asma se puede clasificar en distintos tipos:
- Asma producida por el esfuerzo físico, de corta duración.
- Asma nocturna, que se da en pacientes con enfermedades respiratorias con una curación parcial, como el nombre indica se da de noche.
- Asma ocupacional, que se produce por la inhalación de gases, polvo u otras sustancias tóxicas.
- Asma alérgica, es la que se produce por alérgenos como pólenes, ácaros, animales, hongos, etc.
- Asma estacional, se denomina así, al ser un subtipo del asma alérgica, porque se produce por los pólenes lanzados por los árboles y flores.
- Asma caótica, es la que puede pasar de un asma leve a un asma grave en el mismo día.Las crisis pueden causarse por estímulos irritantes como perfumes, humo, etc.
Los síntomas más normales son los pitidos, la tos y la sensación de ahogo. No es necesario que se manifiesten los tres síntomas a la vez para su diagnóstico, lo más normal es que se manifieste un solo síntoma, como la tos. Los síntomas pueden darse a cualquier hora del día, aunque lo más normal es que ocurran a primera hora de la mañana y por la noche. Hay pacientes en los que los síntomas se llegan a dar de forma continuada. Actualmente el asma no es una enfermedad curable, pero hay ocasiones en las que el asma desaparece a lo largo del tiempo, aunque hay otras en las que dura de por vida.
El asma puede padecerlo cualquier persona a cualquier edad, pero es más común entre los niños. Puede aparecer en niños con antecedentes de asma y tabaquismo. En adultos es más frecuente su aparición por sinusitis, pólipos nasales; que son pequeñas masas de mucosa inflamada en las cavidades nasales; y sensibilidad a la aspirina o a medicamentos relacionados con ella.
La forma de diagnosticar el asma es mediante una espirometría, con la que se mide la velocidad a la que se expulsa el aire. Si hay alguna obstrucción se arregla mediante la administración de broncodilatadores. La diferencia entre asma y la bronquitis crónica es que en el asma la obstrucción del flujo del aire es reversible. Como el asma se produce en episodios, es probable que cuando el paciente acude al médico se encuentre perfectamente y no se encuentren obstrucciones en la respiración. Si el médico sospecha que puede tratarse de asma, se puede diagnosticar mediante broncoprovocación, que consiste en provocar al paciente broncoespasmos, que son espasmos de la pared del bronquio para que se contraiga. Hay dos tipos de pruebas:
- Mediante ejercicio. Esta prueba se realiza en pacientes que tienen los síntomas tras realizar ejercicio. la prueba consiste en realizar un gran esfuerzo durante 8 minutos, tras la cual se hacen espirometrías cada 10 minutos. Si la prueba resulta positiva se produce una obstrucción progresiva de los bronquios. Cuando se llega a un punto se administran los broncodilatadores para establecer al paciente. Estos pacientes también suelen sentir estos síntomas con el frío.
- Mediante la inhalación de irritantes. Sirve para pacientes con cualquier asma, sea alérgica o no. Se realiza inhalando dosis de sustancias irritantes de manera creciente seguido de espirometrías tras cada dosis. Los componentes utilizados son metacolina e histamina; que son irritantes, que en altas dosis, son capaces de producir broncoespasmos a personas sin asma. Hay laboratorios que son capaces de realizar pruebas para determinar el alérgeno que produce la reacción.
No todas las personas con estos síntomas tienen asma. Hay enfermedades que producen los mismos síntomas, como reflujo gastroesofágico y sinusitis crónica. En personas con asma, estas enfermedades pueden agravarles el asma.
El tratamiento para el asma debe cubrir varios aspectos:
-Inflamación de la mucosa bronquial: Se ha demostrado que el tratamiento de esta parte es lo más importante. Hasta el momento se prefería tratar la broncodilatación, pero si no se trata la inflamación no sirve de nada tratar la broncodilatación. Hay varios antiinflamatorios para tratar la inflamación, pero los más potentes y eficaces son los corticoides inhalados. Los corticoides inhalados se administran en dosis menores producen los efectos normales pero sin los efectos secundarios.
-Broncoespasmo: Los corticoides no tienen un efecto inmediato pero tras unos días los broncoespasmos remiten. Para un efecto más rápido se utilizan los broncodilatadores.
-Posibles alergias: para las alergias se utilizan tratamientos antihistamínicos. Aunque hay algunas alergias que se pueden tratar con vacunas que ayudan a controlar el asma. Pero lo más eficaz es evitar la exposición a esos alergenos. Si se tiene alergia a los ácaros del polvo, con unas pocas medidas higiénicas en la casa se puede reducir su presencia.
-Enfermedades asociadas: Como ya he dicho antes hay enfermedades como el reflujo gastroesofágico y la sinusitis crónica que pueden agravar o causar el asma.
Naturalmente, las personas que padecen asma deben prescindir totalmente de fumar, ya que el humo del tabaco es uno de los irritantes que inflaman los bronquios. También deben evitarse las exposiciones laborales (harinas, maderas, etc. ) con una buena ventilación y con la protección de mascarillas. En casos en que en que los síntomas se agravan será mejor cambiar de trabajo.
1 comentario:
Hola Mikel, has realizado un resumen de una enfermedad que padecen muchas personas y que junto a las alergias reducen significativamente la calidad de vida de quienes las padecen.
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